Expatriación en Italia: Sus primeras impresiones

Buenos días a todos,

Seguro que recuerdas tus primeras semanas como expatriado en Italia y es que establecerse en un nuevo país es todo un reto.

Hoy te invitamos a compartir con toda la comunidad cómo fueron tus primeros pasos en este nuevo país.

Excitación, alegría, ansiedad: ¿Por qué estados pasaste a tu llegada en Italia?

¿Cómo ha ido cambiando tu estado de ánimo con el tiempo?

¿Te pusiste en contacto con asociaciones de acogida para expatriados? Si es así, ¿Te ayudaron en tu integración?

¿Qué impacto tuvo el nuevo entorno (clima, entorno, ambiente de trabajo) en tu estado de ánimo?

¿Es fácil conocer gente en Italia? ¿Qué consejo darías a los recién llegados para hacer nuevas amistades y crear una nueva red de contactos tanto profesionales como personales?

¡Gracias por tu contribución!

Te deseamos un feliz día,

Javier,
Equipo de Expat.com

Hola!
Llegue a Italia en Marzo de 2002 y no obstante todo el tiempo que ha pasado, aun me recuerdo perfectamente de la experiencia de cambiar de país de residencia, las emociones contrastantes, las grandes dificultades que hubo que enfrentar, las grandes desilusiones, los proyectos y muchas experiencias traumaticas que nos toco vivir y que en algunos casos nos han hecho repensar mas de una vez el paso que habíamos decidido tomar.
Las cosas eran difíciles en aquel entonces y complicadas, pero muchísimo menos que ahora, pues el viento cambio mucho y la sociedad italiana tambien y esta pandemia esta indicando que las cosas serán aun peor, pues la rabia y el resentimiento de los italianos, se descargan en muchos casos contra los inmigrantes, que hasta hace unos años eramos considerados un recurso y hoy somos los invasores que venimos a robarle oportunidades a los italianos y a provocar toda clase de calamidades y cometer delitos.
El desarraigo es sin dudas una de las experiencias mas duras que nos pueden tocar vivir, aunque sea por propia elección, sobre todo si han quedado atrás personas muy queridas y que lamentablemente con el pasar de los años van cambiando, envejeciendo y como es natural desapareciendo.
El despojarse de los propios bienes y costumbres, tratar de integrarse a una nueva cultura y sociedad, hacer relaciones sociales y nuevas amistades y darse cuenta con el tiempo que ya no somos los mismos que nos subimos a un avión con una maleta llena de ilusiones y proyectos y muchas ganas de hacer y cuando regresas a tu país de origen por unas vacaciones, sentirse un sapo de otro pozo, que ya no es nuestro lugar, que aquello que hemos dejado atrás, solo existe en nuestra memoria.
Yo llegue aquí con 30 años de edad, hoy casi tengo 50 y una cosecha muy importante de experiencias no siempre positivas, porque aun teniendo la ciudadanía europea, habiendo aprendido todo lo mejor posible la lengua y los usos y costumbres, siempre sigo siendo un extranjero y si trato de demostrar lo contrario, siempre encuentran el modo de recordarmelo y ponerme en mi lugar.
Los italianos son un pueblo de inmigrantes, pero son muy despiadados en algunos casos a la hora de tratar a quienes llegan aquí en busca de su lugar en el mundo, sobre todo si tienen un color de la piel diferente al de ellos o una religion diferente, en general son muy reacios a aceptar todo aquello que pueda ser distinto de lo que ellos tienen inculcado como normalidad y muy apegados a sus tradiciones, como para abrirse a nuevas culturas.
Lamentablemente, a la base de todo esto existe una gran ignorancia muy difundida en todos los niveles de la sociedad italiana y alimentada tambien por la manipulación que desde siempre llega desde los espacios de poder, que sobre todo en estos últimos años ha tomado mucha fuerza.
Hoy es muy difícil comenzar desde cero, acceder a un empleo, a una vivienda, a un alquiler a un espacio en la sociedad. Porque es tambien mucho mas difícil para los propios italianos que viven aquí de toda la vida y el italiano medio es muy envidioso y no soporta que alguien venido de fuera, aunque sea con grandes sacrificios, que ellos nunca van a reconocer, pueda acceder a algo igual o mejor de lo que ellos tienen o aspiran a tener.
Por diferentes razones, he tenido que recomenzar una y otra vez en todos estos años y ahora mismo estoy como recién llegado y tratando de reinventar mi vida y no obstante la experiencia y tener todo en regla para vivir aquí, no se por donde comenzar, porque las perspectivas no son buenas, no se ven horizontes ni luces en fondo al túnel, sobre todo porque ya tengo la edad que tengo y porque veo a mis vecinos y compañeros de aventuras que se encuentran en la misma posición y viven aquí de toda la vida, que tampoco encuentran modo de integrarse a esta nueva realidad que nos toca vivir.
Hay momentos en la vida en los que no queda otra opción que seguir adelante y tratar de mejorar a como de lugar y en fondo esta es la vida de un inmigrante, una lucha permanente.
Gracias por el espacio y hasta pronto.