Consideraciones fiscales para los nómadas digitales

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Publicado el 2024-01-24 a las 06:02 por Asaël Häzaq
Según la Organización Mundial del Turismo, el número de nómadas digitales ha aumentado considerablemente desde que los gobiernos comenzaron a emitir visas para nómadas digitales. Estos trabajadores ahora tienen un entorno estructurado para llevar a cabo su trabajo mientras están en movimiento. Pero, ¿qué hay de las consideraciones fiscales para los nómadas digitales? ¿Cómo afecta vivir en múltiples países extranjeros a su estatus fiscal?

¿Los nómadas digitales tienen un estatus especial?

En su último informe publicado el 8 de noviembre de 2023, la Organización Mundial del Turismo explora la conexión entre el aumento de visas para nómadas digitales y la creciente tendencia del nomadismo digital. Según el estudio, el 39% de los 54 países estudiados proporcionan exenciones fiscales para nómadas digitales. Sin embargo, es importante destacar que tener una visa de nómada digital no cambia automáticamente la residencia fiscal de alguien; simplemente permite la entrada legal al país emisor. Cumplir con criterios como demostrar recursos financieros suficientes es crucial para la emisión de la visa. Los extranjeros deben poder mantenerse sin trabajar localmente, confiando en fuentes de ingresos del extranjero. En ciertos casos, los nómadas digitales incluso pueden establecer sus propios negocios, como se ve en lugares como Estonia o Dubái.

Los gobiernos generalmente se abstienen de gravar los ingresos de origen extranjero de los nómadas digitales para atraer a profesionales internacionales. Esto es una buena noticia para los nómadas digitales autónomos. Sin embargo, si continúan trabajando para una empresa registrada fiscalmente en otro país, se encontrarán en incumplimiento de la legislación del país anfitrión y enfrentarán la doble imposición.

Comprendiendo el estatus fiscal de los nómadas digitales

No hay un estatus fiscal específico para los nómadas digitales. El término no se refiere a una categoría legal o fiscal distinta, sino a varios perfiles legales y fiscales. Entre estos, hay tres tipos principales: empleados, microempresarios y autónomos. Los empleados están vinculados a su empleador, y la base imponible se establece donde la empresa opera principalmente. De manera similar, los empresarios pagan impuestos en el país donde han establecido y dirigen su negocio, conocido como su domicilio fiscal.

Empleados

El estatus fiscal de un empleado depende de las regulaciones establecidas en su contrato de trabajo, que, a su vez, está regido por las leyes del país donde el empleado trabaja. Si una empresa autoriza a sus empleados a trabajar de forma remota desde otro país, los empleados siguen afiliados a la empresa. En principio, los impuestos deben pagarse en el país donde trabajan. Sin embargo, pueden surgir complicaciones si el empleado se convierte en residente en el país anfitrión durante un período prolongado. De manera similar, pueden surgir desafíos para el empleador, que suele operar desde un país diferente al del empleado expatriado.

Contratistas individuales

En general, los autónomos están sujetos al impuesto sobre la renta, y los cálculos varían según la naturaleza de su negocio, ya sea en un ámbito liberal, comercial o artesanal. Los vendedores y artesanos pagan impuestos sobre los beneficios industriales y comerciales (BIC), mientras que los autónomos pagan impuestos sobre los beneficios no comerciales (BNC). Las reglas de cálculo pueden ser complejas y variar de un país a otro.

Microempresarios

Los microempresarios se benefician de un sistema fiscal simplificado, que incluye una tasa impositiva más baja que la de los empresarios independientes (IE). Las distinciones entre actividades comerciales y no comerciales todavía existen, pero están adaptadas al régimen de microempresa (micro-BIC y micro-BNC). Una vez más, estas reglas pueden diferir de un país a otro.

Vale la pena mencionar que existen varias estructuras legales para las empresas, incluida la sociedad anónima simplificada unipersonal (SASU) o la empresa unipersonal de responsabilidad limitada (EURL). En consecuencia, la situación fiscal de un nómada digital empresario también dependerá de su estatus legal. El término "freelance" no designa un estatus legal, sino que se refiere a personas que trabajan de forma independiente. Los freelancers pueden ser autónomos, microempresarios o trabajar como EURL.

¿A quién pagan impuestos los nómadas digitales?

La investigación destaca que muchos países consideran a los nómadas digitales como residentes fiscales después de 183 días dentro de sus fronteras. Sin embargo, enfatiza la variabilidad de las regulaciones fiscales de un estado a otro. Esto plantea preguntas importantes sobre la tributación: ¿los nómadas digitales tienen que pagar impuestos y, de ser así, debería ser en su país de origen o en los países donde residen sus clientes (en el caso de autónomos)? En materia fiscal, cada país es libre de aplicar sus propias reglas. Por lo tanto, es aconsejable familiarizarse con las regulaciones fiscales locales antes de considerar un estilo de vida como expatriado.

Países con exenciones fiscales para nómadas digitales

Países como los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Croacia, Mauricio, Malta, Portugal y Malasia ofrecen exenciones fiscales para nómadas digitales por un período no especificado. Por otro lado, Antigua y Barbuda, Barbados y Letonia han definido la duración de sus incentivos fiscales, ofreciendo una exención de 2 años para Antigua y Barbuda y 1 año para Barbados y Letonia.

Reglas de impuesto sobre la renta

En casos en los que un estado carece de una política dedicada para nómadas digitales, las regulaciones fiscales sobre el impuesto sobre la renta dependen de varios factores. Estos incluyen leyes generales de tributación, criterios de residencia fiscal y medidas relacionadas con la contratación de un trabajador extranjero por parte de una empresa local. En países como Argentina o Noruega, es probable que los nómadas digitales sean tratados de manera similar a los no residentes o residentes, recibiendo un tratamiento fiscal equivalente. En Alemania, los nómadas digitales que ganan más de $10,703 anuales deben pagar impuestos sobre la renta. Mientras tanto, en la República Checa, deben liquidar un impuesto social anual de $135.

Evitar la doble imposición

La situación de un nómada digital podría resultar en una doble imposición, lo que les obligaría a pagar impuestos tanto en su país de origen como en el país anfitrión. Para evitar este problema, muchos países han firmado tratados fiscales. Estos acuerdos generalmente estipulan que los impuestos se pagan en el país donde la persona está emple

ada. Muchos países europeos que emiten visas para nómadas digitales han establecido tales acuerdos de doble imposición.

¿Optimización fiscal para nómadas digitales?

La optimización fiscal implica emplear estrategias legales para reducir impuestos. Los nómadas digitales podrían sentirse tentados a mudarse a países o ciudades con marcos fiscales favorables, como Dubái, Bulgaria, Andorra o Estonia. Para determinar la residencia fiscal más adecuada para tu perfil, es recomendable consultar con profesionales del sector tanto en tu país de origen como en el país anfitrión. Sin embargo, las ventajas fiscales por sí solas no deberían ser el único factor que influya en la decisión de cambiar de residencia fiscal. Otros factores incluyen el costo de vida, la calidad de vida en el destino de expatriación, la estabilidad económica y política, así como la simplicidad administrativa.