Cómo saber que ha llegado el momento de volver a casa

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Publicado el 2021-07-27 a las 08:59 por Magdalena Grdanoska
Ser expatriado tiene muchas ventajas, especialmente para las personas a las que les gusta descubrir y explorar. Es una gran oportunidad para vivir experiencias nuevas y emocionantes que pueden cambiar nuestra vida. Sin embargo, no todas las oportunidades en el extranjero son agradables. 

Aunque seguir una carrera y explorar es una parte importante de la vida de los expatriados, hay momentos en los que es mejor decidir dejar pasar algunas oportunidades y centrarnos en nosotros mismos. Sorprendentemente, una decisión así puede hacernos ver nuestro lugar de origen con nuevos ojos y ganar mucho más. Hay algunos factores importantes que pueden influir en esa decisión.

Has dejado de ser feliz

La razón de ser de la exploración es sentirse realizado. Se supone que es una fuente de inspiración y una motivación para ser lo mejor que podemos ser. Sin embargo, a veces sentimos que esto no es suficiente. Factores como el clima, la cultura, la posición geográfica, la falta de amistades pueden influir en nuestro estado de ánimo, y no deben ser ignorados. Si te hace profundamente infeliz, es bueno considerar las opciones para volver. Sin embargo, esta decisión debe evaluarse en un plazo más largo. Vivir en el extranjero puede ser a menudo intimidante, pero en algunos casos, se hace más fácil con el tiempo. 

Estás lejos de tu pareja o de tu familia, y la familia es importante para ti. Puede que tengas problemas de visado, o simplemente que los miembros de tu familia prefieran vivir en tu país de origen. La separación puede ser dura y puede influir en tu trabajo y en tu percepción del lugar donde vives. Estas decisiones dependen de cada caso, ya que las relaciones de pareja requieren el trabajo de ambas partes, pero si estar lejos de tus allegados te hace infeliz, es mejor volver.

Tienes una peor conciliación de la vida laboral y familiar de la que tendrías en tu país

Irse a un nuevo país suele estar inspirado en mejores beneficios laborales y más oportunidades. En muchos casos, el salario o la promoción laboral son factores decisivos para trasladarse a un nuevo país. Sin embargo, el trabajo no debe ir en detrimento de su bienestar. Si este es el caso, es importante tomar una decisión si subir la escalera profesional es más importante que tener una vida plena.

Tienes problemas de visado y ya no puedes quedarte

Aunque se trata de un escenario catastrófico, no es el fin del mundo. Los documentos pueden causar estrés, lo que hace que no veamos la fortuna en nuestra desgracia. A veces volvemos a casa para descubrir las bellezas de nuestra tierra y de sus gentes. Aunque es frustrante esperar por el visado o los permisos de residencia, es importante utilizar este tiempo en beneficio propio. Tu país de origen puede enseñarte lecciones que ningún otro lugar del mundo podrá darte. 

Estás demasiado estresado

Puede que se deba a tu trabajo, a tus nuevas condiciones de vida o al entorno en general. Si crees que estás constantemente estresado por tu entorno y que esto puede resolverse si te vuelves a mudar, es lo correcto.

No quieres que tus hijos crezcan sin conocer tu cultura 

Puede que después de vivir muchos años, hayas conseguido adaptarte a la nueva cultura, o tal vez todavía te niegues a aceptarla completamente como propia. Estos temas son aún más fuertes cuando se trata de la familia. Si no te gustan las tradiciones (o la falta de ellas) del país en el que vives, tienes que ser consciente de que serán las condiciones de vida de tus hijos. Si tu cultura es importante para ti, querrás que tus hijos la conozcan. 

Su vida es de menor calidad que en su país 

Te mudas al extranjero para obtener algo que de otro modo no tendrías en el país de donde vienes, como trabajo o experiencias culturales. Pero ser expatriado significa que te mueves para mejorar. Cuando notas que tu nivel de vida es inferior al que podrías tener en tu país, es una señal segura de que tarde o temprano debes volver. 

No es como lo habías imaginado

Tal vez te entusiasmó mudarte a un nuevo lugar imaginando todas las oportunidades que te traería. Pero con el tiempo, la emoción se desvanece y la realidad se impone. Tal vez se dé cuenta de que no le gusta vivir en una gran ciudad tanto como pensaba, o tal vez encuentre un lugar pequeño demasiado aburrido para sus necesidades. Si empiezas a sentir nostalgia porque te decepciona el nuevo entorno, siempre tienes la opción de volver. 

No tienes relaciones significativas 

Según un estudio de Harvard, el factor más importante para la felicidad humana es tener relaciones significativas. Pensando más ampliamente en el concepto de amor, es importante cuando se vive en el extranjero tener un amigo o una pareja con la que compartir los buenos y los malos momentos. Si sientes que la cultura actual no te ofrece la posibilidad de establecer conexiones de calidad, a diferencia de tu país de origen, debes dar prioridad a la amistad.

Quieres seguir otra carrera

Cambiar de carrera o de estudios puede ser un periodo confuso. Entonces es muy importante que establezcas tus prioridades, y no importa lo que hagas para hacerlo bien. A veces, en este escenario, es más fácil centrarse en el nuevo tema cuando no tienes que pasar por las distracciones y los retos que supone vivir como expatriado. 

Tienes miedo de volver a casa

Tal vez has estado fuera demasiado tiempo, o tal vez tienes miedo de que al volver a tu país te sientas como un fracaso. Tal vez tengas situaciones pasadas no resueltas que te hagan dudar de volver. Pero la fortuna favorece a los valientes, y el mayor viaje de la vida es siempre el interior.