El sudeste asiático considera una zona de viaje inspirada en Schengen: ¿Qué significaría esto para los expatriados?

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Publicado el 2024-04-24 a las 08:16 por Asaël Häzaq
A medida que las industrias turísticas continúan recuperándose de la pandemia de COVID-19, aunque lentamente, las naciones del sudeste asiático están explorando la implementación de un sistema de visas modelado según el Área Schengen europea. Esta iniciativa tiene como objetivo revitalizar el turismo y estimular el crecimiento económico en toda la región.

Un sistema de visa similar a Schengen para atraer visitantes internacionales

El primer ministro tailandés Srettha Thavisin, quien asumió el cargo a mediados de 2023, ha propuesto una zona sin visa que abarque a los socios del sudeste asiático: Malasia, Camboya, Myanmar, Vietnam y Laos. Este plan busca atraer a más turistas a la región, que recibió colectivamente 70 millones de visitantes extranjeros en 2022. Según Thavisin, una sola visa podría aumentar significativamente este número.

El turismo desempeña un papel crucial en las economías de estos países. En Tailandia, contribuye con el 10% del PIB y el 20% del empleo. Malasia es otra potencia turística, al haber recibido más de 20 millones de visitantes extranjeros en 2023. Las naciones del sudeste asiático con números más bajos de turismo también podrían beneficiarse de esta visa única para impulsar sus sectores turísticos.

Cómo podría ser una sola visa

La visa Schengen permite la libre circulación dentro del Área Schengen. Los extranjeros pueden permanecer en el Área Schengen hasta 90 días dentro de un período de 180 días. Las visas Schengen son válidas de 1 a 5 años, siempre que el titular tenga un pasaporte válido. Se espera que el sistema del sudeste asiático adopte una visa "de 90 días" similar para permitir estancias más largas a los viajeros extranjeros.

El desafío radica en armonizar las diferentes políticas de visa entre los países participantes. Laos, Camboya, Vietnam, Tailandia y Malasia ya ofrecen programas de visa específicos o exenciones de visa con otras naciones, particularmente países europeos. Por lo tanto, es poco probable que se implemente de inmediato esta nueva visa. Finalizar nuevos acuerdos bilaterales llevará tiempo. Sin embargo, envía un mensaje positivo a los visitantes y a los inversores. Similar al Área Schengen, otras regiones también han adoptado visas únicas, como la Comunidad del África Oriental (CAO). El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) también está considerando una visa común.

Beneficios de una sola visa para expatriados en países del sudeste asiático

Un "sistema de visa similar a Schengen" sería igualmente beneficioso para los expatriados. Durante sus reuniones con líderes extranjeros, el primer ministro tailandés Thavisin ha apuntado especialmente a inversores y líderes empresariales. Una visa común para países del sudeste asiático facilitaría su movimiento dentro de la región. El sudeste asiático es un destino tradicionalmente popular para inversores extranjeros. El sector industrial recibe una parte significativa de la inversión extranjera directa (IED) debido a proyectos a gran escala (en Vietnam, Tailandia, Malasia, Camboya, etc.). La IED en Tailandia y Malasia ha aumentado significativamente, con un crecimiento del 22% y del 37%, respectivamente.

Los trabajadores expatriados también podrían beneficiarse de la visa común. El nuevo sistema permitiría la libre circulación dentro de los países del sudeste asiático. Esto también sería ventajoso para aquellos que están considerando trasladarse a un país del sudeste asiático. La visa les permitiría "probar" más fácilmente su potencial destino de expatriación.

Los detalles prácticos de este proyecto de visa aún están por determinarse. El proceso de solicitud de visa Schengen es conocido por su complejidad. ¿Qué decisiones tomarán los países del sudeste asiático? La simplicidad de los procedimientos sería una ventaja adicional para los expatriados.

La propuesta de una zona sin visa del sudeste asiático, inspirada en el Área Schengen, tiene el potencial de revitalizar el turismo, estimular el crecimiento económico y facilitar el movimiento tanto para visitantes como para expatriados. Aunque existen desafíos para armonizar las políticas de visa e implementar el sistema, los beneficios potenciales son sustanciales. El éxito de esta iniciativa dependerá del compromiso y la colaboración de las naciones participantes.